Ser Hombre (Dedicada de un padre a su hijo)
Ser hombre, hijo mío,es pisar en las brazas del miedo y seguir caminando. Soportar el dolor de la carne en silencioy aridez en los ojos, mas dejar que las lágrimas fluyan si el quebranto es del alma. Es cercar el valor de prudencia y el ardor de cautela, sin torcer el propósito, sin mellar al decisión forjada en el tesón, la paciencia, la razón, la experiencia y la meditación.
Es pasar,--con los brazos ceñidos al cuerpo, los labios inmóviles, conteniendo el aliento--junto al castillo de arena (que es la felicidad que construyó otro hombre) si con tu palabra, o al extender tu brazo pudieras derribarle. ¡Porque arruinar la dicha de tu prójimo es más grave, peor, que introducir tu mano en el bolsillo para robarle!
Hijo mío,no desdeñes el oro mas no dejes que el oro señoreé tu vida. Acumula bastante para no tener nunca que extender tu mano a la piedad de otro, y sí poder en cambio, poner algo en la mano que hacia tí se extiende.
Y al que te pide un pan no les des un consejo. No te juzgues más sabio qeu aquél que busca ayuda. Dale apoyo y aliento y comparte su carga. Dale tu oro y tu esfuerzo,y después da el consejo.
Al temor no le pongas el disfraz del perdón; el valor, hijo mío, es la virtud más alta y confesar la culpa el supremo valor. No eches pues en los hombros de tu hermano la carga, ni vistas a los otros las ropas de tu error. Es tu deber, si caes, no obstante la caída, tu ideal y tu anhelo mantener siempre enhiestos; no buscar la excusa, ni encontrar la disculpa.Los héroes, hijo mío, nunca esgrimen pretextos.
La mentira es hollín, no te manches los labios.Y no ostentes seer rico, ser feliz o ser sabiodelante del que exhibe la llaga del fracaso. No subleves la envidia, la admiración, los celos;y busca l a sonrisa, no busques el aplauso.
Y perdónale al mundo su error, si no valora tus merecimentos en lo que crees que valen; (es probable hijo mío, que el más justo evalúo es el que el mundo hace).
Y por fin, hijo mío: que no turbe tu sueño la conciencia intranquila; que no mengüe tu dicha el despecho abrasivo, ni tu audacia flaquee ante la adversidad. No deforme tu rostro jamás la hipocresía y no toque tu mano, tración o deslealtad.
Y aún hay más, hijo mío: al volver tu mirada sobre el camino andadono haya lodo en tus pies,ni se encuentre en tu huella una espiga,una mies,o una flor pisoteada.
Hijo mío, es esto lo que esa breve frase "Ser hombre"significa.
- Elías M. Zacarías
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