No me digas que caes, te vas rendido.
Has claudicado en problemas cotidianos
cual mero peón relegado, abatido
por otros planes y por otros tiranos.
No vengas con falsos y torpes pretextos,
con cambios de dirección y
referenciacon múltiples sentimientos
yuxtapuestos clásicos resultados de indiferencia.
Si quieres unos semblantes plañideros,
retos llanos y trabajo de peones,
vete lejos, a pastar con los corderos...
Yo voy en compañía de los leones.